El sector organizado de la afición data de finales de 1995 – aunque sin fecha cierta se ha manejado que desde el 24 de noviembre de ese año – cuando un grupo de aficionados que generalmente ocupaban el sector de sol general del Estadio Óscar Quiteño decidieron apoyar al equipo de una forma más activa durante los encuentros deportivos mediante cánticos, banderas y tambores, y de formas originales para el fútbol salvadoreño como el despliegue de mantas y camisetas gigantes con mensajes de apoyo, reconocimiento y agradecimiento hacia su equipo amado.