Lo creó con el fin de «recuperar el fútbol de calle y de playa, el que identifica a Canarias con el mundo entero. El jugador canario se hacía ahí, bajo el sol con dos piedras como portería». El modista o diseñador adquirió un nuevo estatus de prestigio, de artista creador del que se valoraba más su ingenio e inventiva que su conocimiento del oficio, gracias especialmente a la labor de Charles Worth, el padre de la alta costura, que fue el primero en firmar sus diseños como si fuesen obras de arte.