Una de las formas más fáciles de identificar un producto falso es mirar todos los logos de la prenda. Según un informe del Foro Europa Ciudadano, en 2012 se llegaron a incautar en las fronteras de la Unión Europea 40 millones de productos. Por eso, cada vez más empresas ofrecen sus servicios a los clientes que desean saber si los productos que van a adquirir (o que tienen en sus armarios) son verdaderos.