La camiseta rompe totalmente con los últimos diseños, más vanguardistas, y vuelve a una estética más básica, como la del Mundial de 2014. La camiseta sigue con el tradicional cruce de rayas blancas y azules, en honor a la bandera, pero a diferencia de los últimos años, el azul es de un tono más apagado y sin el intercalado en las rayas entre el azul clarito y el azul cielo.